jueves, 2 de noviembre de 2006

EL ANTRO DE ELLA-LARAÑA


Ayer me dio por llevarme la cámara para fotografiar bichitos del campo y tuve la suerte de toparme con esta araña de la familia Lycosidae (arañas lobo) de más de 3 cm en su guarida. Lo que se ve en su espalda son sus propias crías que las lleva sobre el abdomen para protegerlas. En la parte inferior de la imagen se puede ver a dos ciempiés del género Iulus apareándose.

Estas arañas no usan telas, atrapan a sus presas gracias a su buena visión y a su velocidad. Tienen un cefalotórax grande y unas patas gruesas y fuertes. Su buena visión se debe a sus ocho ojos dispuestos en 3 filas. La hilera media consta de dos grandes ojos, por debajo de los cuales hay una hilera de cuatro pequeños ojos, y por encima otros dos ojos aún más pequeños localizados algo lateralmente, casi en lo alto del cefalotórax.

La reproducción es muy interesante. Semanas después de la cópula (en la que a veces el macho es devorado), la hembra pone una ooteca (conjunto de huevos protegidos por una cubierta). Semanas más tarde nacen las crías que, tras una muda, trepan al abdomen materno con la ayuda de sus patas con pelos ganchudos. La madre lleva a las pequeñas arañas a todas partes en su dorso sin fatigarse. Las crías desmontan en pequeños grupos para alimentarse y beber, volviendo a trepar a la madre. La mayor parte de las veces no comienzan a alimentarse hasta que están listas para dispersarse, lo que supone una semana o incluso un mes después de la primera muda. Cuando las crías comienzan a deambular pierden progresivamente su inmunidad frente a su madre y hermanos y están listas para comenzar una existencia solitaria.
A veces la hembra muere de vieja llevando las crías, quienes la devoran. También es común que conforme van desarrollándose, algunas crías comiencen a devorar a sus hermanos.

2 comentarios:

Anónimo 15 noviembre, 2006 23:39  

Madre mía, si me encuentro yo esa araña ¡anda que me paro a hacerle una foto! Salgo corriendo como mínimo, porque esa araña no tiene pinta de ser inofensiva. Aún así me ha parecido muy curiosa esta entrada.

Hurón 16 noviembre, 2006 20:14  

Es totalmente inofensiva, como todas las arañas. Ninguna ataca a animales mayores que ellas. Y aunque la forzáramos a picarnos, ninguna de las que hay en Extremadura puede causar daño al ser humano.

Son animales muy interesantes que existen desde principios del Devónico (hace 380 millones de años). Todavía tienen mucho que enseñarnos las arañas. Basta con tomarse un rato para observarlas y encontrar su lado bello. Para mi todos los animales lo tienen.