lunes, 29 de junio de 2009

SOLUCIÓN AL CASO DE LAS FOTOGRAFÍAS OCULTAS

El profesor Castillo estaba seguro de que a pesar de la muerte del botánico, los mafiosos no se hubieran marchado sin asegurarse de que tenían los negativos y todas las copias de las fotografías. Pero conocía bien a su amigo y sabía que él habría llegado a la misma conclusión, por lo que habría escondido copias no en un lugar recóndito sino de un modo imposible de descubrir para alguien no versado en ciencia. Las ocultó para que su amigo el profesor las encontrara. Sabía que era posible que no saliera vivo del trance. Y no se equivocó.

El profesor revisó a conciencia el invernadero fijándose en un foco y un ventilador que estaban junto a una planta. Observando sus hojas encontró una sustancia blanca en el envés: bicarbonáto sódico, de sabor característico. Rápidamente se dió cuenta de la treta del botánico. Al llegar a casa reveló la película en su laboratorio fotográfico. Esto le llevó apenas veinticinco o treinta minutos. Lo secó usando un secador de pelo para ahorrar tiempo, no necesitaba que el negativo se conservara mucho tiempo. Sabía que lo iba a perder pronto.

Después lo colocó sobre la hoja de la planta y puso en el envés una cartulina negra impreganda en bicarbonato sódico. Colocó un potente foco iluminando la hoja. Para evitar el calor usó un potente ventilador. Entonces, esperó durante una hora a qué ocurriera el milagro. Y ese milagro se llama fotosíntesis. Todos los pasos del botánico fueron encaminados a acelerar este proceso: el bicarbonato sódico disuelto en agua que contenga algún ácido, produce grandes cantidades de CO2, el potente foco produce la luz necesaria para el proceso.

La fotosíntesis tiene lugar en unos orgánulos llamados cloroplastos que contienen unos pigmentos sensibles a la luz. Los más comunes en plantas verdes son la clorofila a y la clorofila b. Ambas absorben un máximo de la energía de la luz cuando la longitud de onda tiene un valor determinado. La longitud de onda de la luz determina el color de ésta. La clorofila a tiene su máximo valor de absorción cuando la luz es de color rojo y la clorofila b cuando la luz es de color azul, es decir, ambos extremos del espectro de la luz visible (el arcoiris), pero reflejan la luz del centro del espectro, la de color verde. Por eso las plantas son de color verde. Se produce en dos fases. En la primera se capta la energía de la luz y ésta es almacenada en dos moléculas orgánicas sencillas (ATP y NADPH). La segunda se llama ciclo de Calvin, en ella las dos moléculas producidas en la fase anterior son utilizadas en la asimilación del CO2 atmosférico para producir hidratos de carbono. En cada vuelta del ciclo entran moléculas de CO2 (por esto el botánico uso el bicarbonato sódico) y sale gliceraldehído-3-fosfato, que puede transformarse en glucosa o en fructosa. Las moléculas de glucosa pueden unirse entre sí formando cadenas de polisacáridos, como el almidón.

Pero si interponemos un negativo fotográfico, la luz pasará mejor en las zonas más claras iluminando más la hoja, que en las oscuras y por lo tanto, justo debajo de las zonas más claras del negativo, habrá más almidón que en las zonas más oscuras. El profesor sólo tuvo que hervir la hoja en etanol (alcohol) para eliminar los demás componentes de la hoja y dejar más accesible el almidón. Luego, una vez lavado el alcohol, se puede "revelar la hoja" tiñéndola con una solución de lugol (una mezcla de yodo al 1% y yoduro de potasio al 2% diluídos en agua), que reacciona con el almidón. Si se seca la hoja, la imagen puede durar mucho tiempo.

Gracias al profesor Castillo, los mafiosos ruritanos pudieron ser identificados y detenidos. Más tarde fueron puestos en libertad por un error judicial y huyeron a Venezuela.

0 comentarios: