miércoles, 1 de julio de 2009

LOS CASOS DEL PROFESOR CASTILLO - Capítulo tercero: "El caso de los derechos de autor"

-¡Con lo bueno que es el muchacho! -dijo la señora.-No mataría ni una mosca. Que le voy a contar yo a usted, que le ha pedido más de una vez consejo para cuidar los pajarillos que recoje del suelo cuando se caen de los nidos. ¡Que un alma así se tenga que ver de juicios!¡No hay derecho!

-¿Y cómo es eso vecina? -preguntó el profesor Castillo.

-Como sabes, mi niño quiere ser músico -repondió la vecina, sin querer asumir que su "niño" tiene casi treinta tacos. -Ha compuesto unas cuantas canciones y se pasa el día tocándolas en el garaje. Tiene allí montada "su guarida".

-Sí, recuerdo cuando lo estuvo insonorizando para no molestar a los vecinos.

-Prácticamente hace vida allí. Tienes sus pajarillos, sus plantas, sus cosas... Se junta con los demás del grupo a ensayar todo el día. Bueno, pues resulta que cuando por fin consigue que le graben una maqueta, que no es lo que yo pensaba, que me lo ha explicado mi niño: es un disco de prueba, para ver si eres buen músico y que te graben un disco de verdad. El caso es que el otro día nos llegó un escrito del juzgado, que nos han puesto una demanda por plagio, que es copiar una canción que ha compuesto otro.

-Vaya.

-Y eso es mentira profesor, que yo he escuchado la canción del crío mucho antes de la fecha que dice el papel. La compuso meses antes. Pero me ha dicho el del cuarto que es abogado, que mi palabra tiene muy poco peso en el juicio, porque soy su madre. Así que no va a haber manera de comprobarlo. A ver si usted que es tan listo... -dijo la vecina con un guiño pícaro, porque desde que se quedó viuda, le tenía unas ganas locas al profesor.

-No sé, cómo podría yo...

-Usted, pásese por el garaje y hable con mi hijo, y ya veremos...

Así lo hizo el buen profesor Castillo. Observó a conciencia el garaje, como era habitual en él, y comprobó que era imposible que algún vecino hubiera escuchado la canción. Estaba insonorizado a conciencia.

-Creo que podremos demostrar al menos, que su hijo tocó esa canción antes de la fecha que aparece en la citación.

¿Cuál es la idea del profesor Castillo?

4 comentarios:

Capitan Coyote 01 julio, 2009 18:11  

Yo veo tres posibilidades, que tenga que ver con pájaros, plantas o con el sonido. Se dice que las plantas se ven afectadas por el sonido, pero no me lo creo mucho. Así que sólo me quedan los pájaros. Pero metidos en un garaje y oyendo tocar a una banda de rock, seguró que deben estar desquiciados.

Hurón 01 julio, 2009 19:42  

¿Y quién te ha dicho a ti que son una banda de rock?

Más bien tocan música clásica.

Unknown 03 julio, 2009 11:37  

Puede ser que uno de los pajaros se aprendio la canción. A mi me paso con un canario que se aprendio el sonido del telefono.

Hurón 03 julio, 2009 14:00  

Muy bien pobreprofe. Caliente, caliente. Pero te queda por aclarar porqué nadie más que el profesor se dio cuenta de que el pájaro había aprendido la canción.