martes, 16 de junio de 2009

LOS CASOS DEL PROFESOR CASTILLO - Capítulo primero: "El caso del falso heredero"

El oficial de policía tenía un caso peliagudo entre manos. Una anciana que en los últimos años había conseguido amasar una cierta fortuna, había fallecido recientemente. En la lectura de su testamento dejaba toda su fortuna a su "querido hijo que me ha acompañado toda mi vida". A su otro hijo, que la abandonó cuando llegó a la mayoría de edad, y del que no volvió a tener noticia, no le dejaba nada. Debido a la mala cabeza de la anciana, y sobre todo del notario que redactó el testamento, no se dejó constancia en él del nombre del heredero.

Al terminar la lectura del testamento, ambos gemelos aseguraban ser el "buen hijo", pero no había manera de comprobarlo. De los interrogatorios no se sacó nada en claro. Tan sólo uno de los candidatos dijo tener una prueba: una fotografía en la que se podía ver a la anciana, junto a uno de los jóvenes y un gordo gato blanco, negro y naranja. La foto parecía reciente pero, para sorpresa del oficial, el otro hermano tenía la misma fotografía, y en ella no se podía distinguir cuál era de los dos.

Antes de llamar a la Policía Científica, hizo una llamada su amigo el profesor Castillo, a ver si a él se le ocurría algo. El profesor leyó el expediente y se quedó mirando fijamente las fotografías y dijo a su amigo:

-Quiero interrogarlos. Por separado.

El profesor hizo sólo una pregunta al primer hermano:

-¿Cómo se llama el gato?

-Pablo -dijo sin dudar el interrogado.

-Miente. Usted nunca ha vivido con la anciana.

¿Cómo lo supo el profesor Castillo?

(Pistas en los comentarios)

12 comentarios:

José L. Castillo 16 junio, 2009 22:41  

Jajajajajajajaja!!!! Encantado de que me hayas dedicado la entrada!!!!

Y por cierto, si no me das la pista, se me hubiera pasado la solución.

Voy a dar yo una pista. "Tortuga". Al menos, en Argentina me dicen que sería una pista.

Un saludo a la espera del siguiente capítulo.

Hurón 17 junio, 2009 06:42  

Hola profesor Castillo. Encantado de tenerle por aquí.

Sí creo que "tortuga" sería una buena pista también en España.

Yo voy a dejar otra. La pista es esta:

El blog del profesor Castillo es http://profeblog.es/blog/joseluis/

Eva 17 junio, 2009 09:15  

Creo que ya sé la solución, pero no la voy a decir para no chafarle la investigación a los demás. Sólo he tenido que poner las palabras claves en el Google y ha resultado más fácil de lo que pensaba.

Unknown 17 junio, 2009 21:47  

Por lo que he entendido, tiene que ver con la biología, porque el profesor Castillo es biólogo, con los gatos, y ¿con las tortugas?

Capitan Coyote 17 junio, 2009 22:27  

Creo que ya lo tengo. Tiene que ver con la genética no con las tortugas, pero sí con el gato, claro.

Me ha gustado este pasatiempo. ¿Tienes pensado poner más casos del profesor Castillo?

Unknown 17 junio, 2009 22:38  

Es más fácil de lo que parece. Me ha bastado poner en Google, gato y tortuga y he encontrado la respuesta, pero creo que sin la pista nunca lo hubiera adivinado.

Yo también espero el siguiente capítulo.

Anónimo 18 junio, 2009 11:16  

Pues a mi se me ocurre algo relacionado con una mala jugada de la mente del gemelo emancipado y sus ganas de Heredar , aunque....si son gemelos cómo que tienen un comportamiento tan distinto habiéndose criado en el mismo ambiente y con las mismas pautas genéticas?, a ver si son mellizos?, No sé , no sé , esperaremos noticias. Ya era hora de que el señor Hurón volviera a las andadas blogeras¡¡....

Hurón 18 junio, 2009 11:37  

Podría ser una solución, pero como apunto en una de las pistas, la biología, y concretamente la genética, es lo que emplea el profesor Castillo para resolver el enigma (Y así será en los próximos casos a los que se enfrente).

La clave está en la genética y los colores del gato. Aunque si incluís la palabra "tortuga" junto con "gato" en Google, también os llevará fácilmente a la solución.

Mañana daré la solución bien explicada y añadiré un nuevo caso del profesor Castillo.

Hurón 18 junio, 2009 11:37  
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
José L. Castillo 18 junio, 2009 20:08  

¡Hola Hurón!

Bueno, no nos hemos presentado formalmente. :) Soy profesor de Biología en el IES Celia Viñas en Almería... ¡y estoy alucinando con tu blog!

Llevo un par de décadas dando clase, por lo que todavía no he pasado de la categoría de aprendiz. A ver me da tiempo, en las otras dos décadas que me quedan, para llegar a profesor, jeje.

Espero que nos sigamos viendo mucho, porque creo que tu trabajo es muy, muy bestia!

Por cierto... por torpeza perdí el comentario que hiciste en mi blog y que me trajo aquí. ¿Te puedo pedir que te vuelvas a pasar un ratillo por allí y me escribas algo en alguna de las entradas?

Montón de gracias y un saludo!

Hurón 18 junio, 2009 22:19  

Claro que sí, José Luis, escribiré algo en cada entrada. Tu blog me parece estupendo y ya lo he recomendado a mis amigos.

Hurón 18 junio, 2009 22:21  

Bueno, creo que ya es momento de dar la solución, para el que aún no lo haya pillado, y de paso para aprender un poquito de genética. Me ha salido una explicación un poco larga para dejarla en un comentario, así que la dejo para la siguiente entrada.