PARASITISMO BELLO

Este video en que una hormiga es infectada por la espora de un hongo del género Cordyceps, me ha parecido de una belleza increíble. Es un buen ejemplo de lo que hablábamos en el post "El parásito perfecto". El hongo es capaz de penetrar el exoesqueleto quitinoso del insecto, desarrollándose y llegando a infectar su sistema nervioso, cambiando su comportamiento. Como un zombi, el insecto comienza a trepar por una rama, cada vez más alto. Por el camino comienza a perder el control de sus miembros, a la vez que el hongo va desarrollándose, creciendo, dentro de ella. La hormiga finalmente muere, con todo su cuerpo devorado por las hifas del hongo, que lo ha rellenado por completo. Entonces, el hongo germina. Produce un cuerpo fructífero que crece, saliendo del cuerpo inerte y vació de su víctima, para soltar sus preciadas esporas, las cuales, dispersándose desde esa altura, aumentan sus posibilidades de caer sobre alguna otra incauta hormiga, volviéndose a repetir un ciclo tan macabro como bello.

Se puede ver cómo una hormiga, al detectar que una de sus compañeras está infectada, se la lleva lejos de la colonia, para evitar que infecte a las demás.