jueves, 4 de agosto de 2005

UN VIAJE EN EL TIEMPO















El fin de semana pasado hice un viajecito por una zona de las Hurdes que aún no conocía. De camino paré a ver qué tal andaban las excavaciones de la ciudad romana de Cáparra. Yo había estado hace tiempo y pude comprobar que habían avanzado mucho. Han construido un centro de interpretación estupendo. Se accede a Cáparra desde la N-630, tomando el desvío a Guijo de Granadilla. Es un cruce que en el otro sentido va a Villar de Plasencia. A unos 6 u 8 kilómetros está la entrada. Para los puntillosos diré que está en la dehesa Casablanca, entre los términos de Oliva de Plasencia y Guijo de Granadilla a 40º lO’ N., 2º 24’ 35’’ W. Sé que abren de martes a sábado. Nosotros estuvimos de 19 a 20, pero no me fijé en el horario.
Merece mucho la pena visitar las excavaciones de esta ciudad romana, que llegó a la categoría de municipium en época de Vespasiano.

La primera vez que estuve sólo estaba el famoso arco tetrapylon, único de este tipo en la Península Ibérica, un templo y poco más. La segunda habían encontrado algunos restos más de edificaciones, un foro con otros dos templos, una basílica, una curia y algunas cosillas. Ahora tenían al descubierto unas expléndidas termas, calles, cloacas, casas, conducciones de agua, etc. Todo ello rodeado por una muralla de la que quedan pocos restos. La muralla tenía torres cilíndricas de trecho en trecho, y las 4 entradas tenían una torre a cada lado. Fuera del recinto encontraron una necrópolis y un anfiteatro. La calle principal es la famosa Vía de la Plata.

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