viernes, 30 de diciembre de 2005

LAS PRIMERAS PLUMAS













Longisquama insignis fue un reptil del tamaño de un lagarto que podía planear y habitaba en Asia central hace unos 220 millones de años, aproximadamente durante el periodo en que también vivían los dinosaurios más antiguos conocidos, y 75 millones de años antes de la primera ave. Descubierto en Kyrgyzstan durante 1969 por A.G. Sharov, se interpretó que lo que hoy se sabe son plumas, eran en realidad larguísimas escamas cuya utilidad podría estar relacionada con la termorregulación.

Por casualidad, la Exhibición Itinerante de Fósiles Rusos, de gira por Estados Unidos contaba con ejemplares de la especie. Cuando la exhibición llegó a Kansas City el año pasado, John Ruben y Terry Jones, profesores en la Universidad Estatal de Oregón y coautores del estudio, pudieron observarlos y se dieron cuenta de que realmente eran plumas y no escamas.


En el debate sobre el origen de las aves existían hasta este momento dos hipótesis. En la primera se postulaba que había que buscarlo en una linea dentro de los dinosaurios. En la segunda, aves y dinosaurios junto con otros grupos como cocodrilos, evolucionaron a partir de un grupo reptiliano común, el de los arqueosaurios. Longisquama insignis pertenece a este último, y su análisis parece confirmar la segunda de las teorías.

Para John Ruben, aunque la evidencia fósil examinada en el mismo no prueba concluyentemente que este animal sea de hecho el antecesor de las aves, es manifiestamente coherente con dicha posibilidad. Sin embargo, Alan Feduccia, de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, también coautor, cree que Longisquama insignis probablemente no evolucionó para dar origen a las aves, aunque está relacionado con el grupo que lo hizo.

El animal más antiguo sobre el que todo el mundo está de acuerdo que era un ave con plumas, el Archaeopteryx, aparece por primera vez en el registro fósil alrededor hace 150 millones de años, unos 70-75 millones de años después de Longisquama.

"Un tema que demasiada gente ha querido ignorar es que la mayoría de los dinosaurios semejantes a aves, tales como los Bambiraptor y los Velociraptor vivieron 70 millones de años después del Archaeopteryx, comenta Ruben. Además, "las plumas son unas estructuras muy complicadas", comenta Ruben. "Las posibilidades de que evolucionasen primero en Longisquama y luego, de forma separada, en otro punto posterior como en dinosaurios u otro grupo de animales, sería astronómicamente pequeña".

"Podemos identificar ciertas estructuras en estos fósiles que sólo pueden encontrarse en plumas, y que no pueden verse en ninguna otra parte", comenta Terry Jones. "Por ello estamos bastante seguros de que contemplamos las plumas más antiguas. Dientes, estructura pectoral, cuello y cráneo son también similares a las de aves".

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